Sinopsis:
Para un hombre lobo, un ataúd del tamaño adulto es bastante fácil de cargar. Un ataúd del tamaño de un infante es aún más ligero, pero para Carlos Medina este se sintió muy pesado cuando lo levantó junto con su compañero.
Sostuvo uno de los extremos mientras que Reed Williams sostenía el otro. La marcha desde la iglesia hasta la carroza fúnebre se sintió increíblemente extensa. El observar como el ataúd estaba siendo bajado a la tierra fue una completa tortura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario